Life & Beauty Weekly: Vida & Amor
¡Termina de una vez por todas de batallar con tus hijos!
By Cynthia Hanson for Life & Beauty Weekly
¿Estás cansada de repetirles a tus hijos hasta el aburrimiento que recojan su ropa sucia sin obtener resultados? ¿Suenas como un disco rayado repitiendo “Cómete las verduras”?. Te tenemos buenas noticias: ¡Puedes ponerle un punto final a esas batallas cotidianas!
“La mayoría de las peleas surgen porque los padres tratan de poner límites, corregir o detener un comportamiento de su hijo”, dice el Dr. Fred Zelinger, psicólogo especialista en niños y familias de Cedarhurst, N.Y. “Pero es más fácil dar a elegir que simplemente dar una orden. Y es más eficaz planear con antelación cómo resolver ciertas situaciones, en lugar de reaccionar en el momento”. Así que ¡a dejar de pelearse! Prueba estas estrategias recomendadas por los expertos para acabar de una vez por todas con los conflictos más comunes entre padres e hijos (¡sin tener que estar fastidiando!)
Conflicto: Tu hija de 9 años no quiere hacer las tareas del hogar que le tocan.
Solución: Las tareas de la casa no son algo negociable, son necesarias en cualquier vida familiar. Elije algunas tareas simples para que tu hijo haga todos los días (por ejemplo, hacer su cama o poner la mesa) o algunas tareas más importantes para que haga una vez por semana (por ejemplo, sacar la basura). Fija una hora específica para cada tarea y explícale que debe hacerla antes de ponerse a ver la tele o de salir a jugar con sus amigos. Eso te ayudará a hacer respetar la regla.
“Cuando tu hijo termina con una tarea que no quería hacer, está aprendiendo lo que es la gratificación retardada”, dice la Dra. Fran Walfish, especialista en terapia infantil y familiar y autora deThe Self-aware Parent. “Además, los ayuda a reforzar su autoestima”. Algo que también es muy importante es mantener a tus hijos motivados. En lugar de criticarlos diciendo “no metiste las sábanas bien cuando hiciste la cama”, diles “¡Buen trabajo! Me encanta que puedas ayudarme”.
Conflicto: Tu hijo de 7 años pierde el tiempo en la mañana y siempre llega tarde a la escuela.
Solución: La mañana es un momento del día realmente estresante — ¡tenemos que hacer tanto en tan poco tiempo! No es de extrañar que siempre surja algún problema… Primero, asegúrate de estar lista antes que tu hijo para que puedas estar tranquila y manejarlo. Ahorra tiempo preparando el almuerzo el día anterior, sacando del clóset la ropa que se van a poner tu hijos y dejando las mochilas ya hechas en frente de la puerta. Luego, crea una rutina para las mañanas y insístele a tu hijo para que la siga.
Pero no te olvides de ser flexible: En lugar de pararte en medio de su habitación y gritarle “¡Vístete o vas a llegar tarde!”, deja que se ponga la camisa mientras baja las escaleras para ir a desayunar. “Si lo regañas demasiado, tu hijo te bloqueará de su mente”, dice la doctora Laurie Zelinger, psicóloga infantil y autora de a Please Explain “Anxiety” to Me!Simple Biology and Solutions for Children and Parents. Si tu hijo el caracol no tiene tiempo de ponerse los calcetines y los zapatos antes de irse, deja que camine a la parada de autobús descalzo. “Podrá terminar de vestirse delante de sus amigos”, nos dice Zelinger. “Entonces se tendrá que enfrentar a las consecuencias, y verás cómo no vuelve a suceder”.
Conflicto: Tus hijos de 6 y 8 años se pelean por un juguete, se dicen “te odio” y se insultan.
Solución: Las familias necesitan instaurar una política de tolerancia cero frente a los insultos y las agresiones verbales. Ten en mente que los niños dicen frases como “Te odio” porque están intentando expresar una emoción fuerte y no saben cómo hacerlo correctamente.
La próxima vez que uno de tus hijos diga algo hiriente, recuérdale que en tu casa no se va a tolerar ese tipo de lenguaje, luego ayúdalo a expresar sus sentimientos de forma más apropiada. “Siéntate con tus dos hijos y diles “Parece que quieres decir que estás súper enojado con tu hermano. Dile por qué estás tan enojado. Te prometo que se sentará quieto y te escuchará y yo también lo haré”, explica Walfish. “Así aprenderán que es algo normal experimentar sentimientos fuertes, pero que deben aprender a expresarlos de manera correcta y sin herir a la otra persona”.
Conflicto: Tu hijo de 10 años no quiere comer frutas ni verduras.
Solución: La comida depende de gustos realmente personales — y es un área en la cual los padres no deben poner límites estrictos y tratar de controlarlo todo. “Mientras que tu hijo sea sano, ¿por qué molestarse en pelearse por la comida?”, dice Fred Zelinger.
Asegúrate de proponerles a tus hijos frutas y verduras variadas, — quizás tu hijo no haya probado una que le guste — y asegúrate de que esté incorporando vitaminas suficientes. Si aún se niega a comer este tipo de alimento, no lo fuerces. Como acota Walfish, “La mayoría de los niños dejan esa etapa quisquillosa cuando entran en la adolescencia. Cada uno lo hace a su manera — siempre y cuando los padres no se muestren demasiado insistentes”.
Photo: Corbis Images
Cynthia Hanson es una periodista de Philadelphia que escribe para diversas publicaciones nacionales tales como Ladies’ Home Journal, Parents y American Baby. Ya ha escrito antes para Life & Beauty Weekly.